Poder seguir brindándoles los apoyos terapéuticos a través del internet ha supuesto un trabajo extra, no sólo en preparación técnica y de materiales virtuales, sino de entrega personalizada en cada sesión de terapia, buscando llegarles a los niños con las mejores herramientas a pesar de las dificultades que impone la distancia física.
Necesitamos seguir tendiendo puentes entre colegios y padres, abriendo caminos para que las leyes muevan el ajuste cada vez más pertinente de las políticas y prácticas educativas a favor del aprendizaje diferenciado, la neurodiversidad y la inclusión educativa ampliamente entendida. Nuestros niños con dificultades están siendo más vulnerables en estos tiempos, ya que requieren de doble apoyo para adaptarse a la educación virtual, y por ello necesitan mucho más de todo aquello que podamos aportarles.
Si bien hemos avanzado en propiciar los ajustes necesarios para los niños con discapacidad cognitiva, sensorial, trastornos del espectro autista y capacidades excepcionales; no hay un perfil claro para las adecuaciones y manejo de niños con otro tipo de condiciones tales como la dislexia, el déficit de atención y los trastornos del lenguaje. Estos niños pueden pasar más desapercibidos por el sistema en un principio, pero tienen grandes necesidades a la hora de enfrentar los retos de la educación convencional, y aún existe mucho desconocimiento de sus condiciones. Así que, no bajemos la guardia. ¡Defendamos su causa y ayudemos a generar más conciencia sobre una educación que tenga en cuenta a TODOS, sin dejar a nadie por fuera!